Así que, bueno, voy al baño.
Tuve una revelación este mismo lunes, la cual es muy simple de explicar; me di cuenta de que estoy a punto de terminar la carrera y que me importa un pepino hacer una maestría. Me di cuenta de que aunque abrimos mi madre y yo un negocio que me gusta mucho y que va en crecimiento, una vez que comience a dedicarle todo mi tiempo, no podré parar.
Ese no es el problema, el problema es que al dedicarle todo tu tiempo al trabajo... después, ¿como te safas?
Planeaba hacer un viaje recorriendo tierras lejanas al terminar la carrera, pero eso de echar la vacación por meses y meses me parece un poco cínico de mi parte, sobre todo que en cualquier momento voy a cumplir 30 años y yo sigo en la lela, en cambio...me voy de voluntaria.
Trabajo de voluntariado al menos por un año en Asia. Lo necesito, quiero, me urge quitarme lo pendeja. Desoxidentalizarme un poco. Deshacerme de conceptos, llenarme de otros, olvidarme, perderme para de nuevo encontrarme.
Comienzo a planear mi huida...tengo año y medio.
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