Esas acaban de ser las palabras de mi amiga Vero.
Y son tan ciertas.
Hoy ma cambio de casa. Desde que me fui a estudiar por primera vez fuera de casa esta es mi novena (no.ve-na) mudanza.
He vivido en todo tipo de lugares, desde cuartos rentados a señoras quebecoise rurales obesas y marihuanas que te cobraban por cada rábano que te comías, departamentos citadinos en medio de Montroyal en Montreal donde tus vecinos son la pareja medallista olímpica de patinaje artístico de Canadá, o Montreal justo en la acción! donde tus vecinos celebran juegos de pocker de prendas, tequila, sexo, tachas y pericos! Otros departamentos donde llega la policía arrestando a transecuales, inmigrantes mexicanos y guatemlatecos y uno que otro chino, departamentos en el viejo Quebec donde podías observar auténtica acción homosexual desde tu ventana y cada paso que das en tacones se escucha como truenos del mismísimo Zeus pero teniendo pista de hielo a la vuelta de la ezquina en invierno o arrimada en casa de algún bato con una permanente montaña de trastes sucios como decoración, o residencias universitarias de 3x3 donde compartes baños y mientras te estas bañando puedes escuchar la orquesta sinfonica de pedos porque alguna estudiante está usando el escusado y cuando sales al pasillo, te das cuenta que una orgía se está llevando a cabo en el cuarto de tu vecian. También he vivido en alguna casita con una amiga abusiva que se comía toda tu despensa,se ponía tus tacones y en cada saliuda quería que le prestaras un vestido. He vivido también en una casota en fraccionamiento nice donde no te dejan sacar a tu perro si no trae correa ni entrar con tu stereo a todo volumen, bueno he vivido en lugares muy diferentestú dime.
Ya no me importa tanto el mudarme y espero poder hacerlo de nuevo pero a un entorno desconocido.
Por el momento me queda seguir la terapia de "acomodar" y es cierto, cada que empiezas a moverle a tus cosas, redescubres cosas de ti, recuerdas, desechas...
Nos hacemos de tanto tiliche! y como vas a una casa nueva, pues como que quieres todo nuevo no? y aprovechas para deshacerte de todas esas cosillas que se vana acumulando en los cajones que no son realmente basura pero no tienen mucho uso.
Yo como pseudo diseñadora y además medio ratonera/acumuladora soy un caso especial, tengo una papelería-mercería-tlapalería-ferretería en mi rincón donde se encuentra el restirador donde se supone deberia trabajar, porque al final nunca trabajo ahí pues supongo que es porque me siento limitada a "esta es al lugar de trabajo, para eso es, trabaja aquí" y con mi fuerte tendencia a llevar la contra, no me gusta...así que me voy a trabajar al comedor o a la sala je-je.
Como quiera que sea, mientras empacas observas tus cosas, tus objetos, tu ropa...te das cuenta de cuanto acumulas, y peor aún, de que todavía se me antoja ir de shopping.
Wtf.
Por lo pronto, la nueva casa sera una nueva oportunidad de redecorar, no solo la casa, pero mi vida, los cambios son fantásticos. Here we go.
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