MI CIBER ACUARIO :D

jueves, 10 de mayo de 2012

Una historia "casual".

Ayer, fue cumpleaños de Rosibel y en la noche pasamos un rato a su casa a tomarnos unas cervecitas, con quesito, en su terraza, con sus amigos  y ahí conocí a D. una chava pelirroja  de 27 años que estaba sentada junto a mí quien casualmente en el cotorreo, después de una cuba (solo una) terminó contandome una de las historias de amor (sí, en efecto, estoy diciendo la palabra A-M-O-R) más impactantes de la vida real, tomando en cuenta que me la conto la misma protagonista y lo hizo de la manera más casual del mundo, digo yo apenas la conocí ayer mismo, y ahora yo se las contaré a ustedes...
bueno ay les va.

D. ama los caballos, desde chiquita le obsesionaban, su cuarto lleno de ellos, de todo tipo, de peluche, ponies de colores, tambien aquellos chiquititos que estaban muy de moda en nuestros tiempos de esos que tenían unas colas largísimas y de colores, muy bonitos, en fin, ya tienen la imagen, la niña traumada con los caballos.
Total que cuando ella crece,  toma clases de equitación y  D es la  más feliz del mundo montando a caballo.
D. se fue un año a Londres al terminar la prepa, cuando regresó, lo hizo con 10 kilos extra, así su madre al verla inmediatamente tomo cartas en el asunto, cabe mencionar que D pesaba 45 kilos antes de irse, era un palo y ahora con 10 kilos pues digamos que más que nada se veía mejor, con más curvas.
D. en ese entonces tenía 20 años, y con el cabello rojizoy largo, piel muy blanca y la verdad me pareció que es muy bonita, pero si son mujeres y se han ido al extranjero por más de 6 meses en pleno desarrollo, comprenderan que es obvio que cualquier madre se espanta al verte regresar más redondita jeje asi que la inscribió a un curso impartido en Queretaro de capacitación para dar clases de equitación y equinoterapia, digo pa que baje de peso, no? jaja
Cuando llegó a queretaro se estaba hospedando en una casa de asistencia, y desde el principio se destacó en el curso, al grado que al terminarlo le ofrecieron trabajo ahí y ella aceptó. Ahí conoció al dueño del rancho y del hípico, un hombre de 40 años a quien le apasionan los caballos al igual que a D. un hombre interesante que ha recorrido el mundo compitiendo en torneos de equitación y que cría caballos de pura de sangre, de esos que se venden en miles de dollares, a él lo llamaremos P.
D. comenzó trabajando 3 caballos en la mañana, después daba clases de equitación a niños y por la tarde ayudaba en las caballerizas. Junto a P. atendía a los caballos quién le decía como hacerle y le daba los mejores consejos para cualquier situación. Hubo química entre ellos desde el principio y hablaban de todo, además ella lo encontraba guapísimo.
Pronto D. comenzó a hacerse indispensable en el rancho pues ella se la vivía ahí por puro gusto, haciendo lo que más le apasionaba. Recuerda ella que al segundo día de haber llegado al rancho, le llamó a su madre para informarle que eso era lo que quería hacer para el resto de su vida y agradecerle por haberla mandado ahí.
 D. era de gran ayuda para P. y es comprensible, pues P. anda en silla de rudas.  Perdió la sensibilidad y el movimiento de la cadera hacia abajo, además de la movilidad en algunos dedos de las manos a causa de un accidente automovilístico en el que también perdió la vida su esposa.


Esta historia continuará...

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